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Las entidades y colectivos firmantes expresan su rechazo a la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de seguir adelante con la compra de 22 Dispositivos Conductores de Energía (DCE), también conocidos como pistolas Taser. Estas armas, que pueden provocar un efecto paralizante mediante una descarga eléctrica, presentan un riesgo potencialmente letal, con varios estudios que documentan sus graves efectos en la salud.

El comunicado denuncia la falta de un debate público transparente y la ausencia de un estudio independiente que justifique la necesidad de introducir estas armas en la Guardia Urbana. Las entidades reclaman la suspensión inmediata de la compra, así como la apertura de un proceso participativo que garantice una evaluación técnica rigurosa y respetuosa con los derechos humanos y la salud pública.