• Es la primera vez que una víctima de torturas del franquismo será escuchada por una fiscal especializada en memoria y derechos humanos.

Es la primera vez que una víctima de torturas del franquismo será escuchada por una fiscal especializada en memoria y derechos humanos.

La Fiscalía de Memoria Democrática y Derechos Humanos ha abierto diligencias de investigación a raíz de la denuncia presentada por Irídia – Centro por la Defensa de los Derechos Humanos, con el apoyo de Òmnium Cultural y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), en representación de Blanca Serra, militante catalanista y víctima de torturas policiales en la Jefatura de Via Laietana durante el franquismo y la transición.

Esta es la primera denuncia admitida por esta fiscalía especializada y representa un precedente histórico en el reconocimiento e investigación de la tortura durante la dictadura. Es la primera vez en el Estado español que una fiscal de memoria democrática escuchará a una víctima de torturas del franquismo y la transición.

La denuncia, presentada el pasado noviembre, incluía cuatro detenciones en distintos períodos, en las que se practicaron torturas. Sin embargo, solo la detención y torturas de febrero de 1977, perpetradas por miembros de la Brigada Político-Social en las dependencias de la Jefatura de Via Laietana, queda dentro del período cubierto por la Ley de Memoria Democrática, en lo que respecta a la responsabilidad institucional de garantizar el derecho a la verdad, la reparación y la no repetición.

Desde Irídia celebramos este primer paso en el ámbito jurídico, pero recordamos que esta investigación debe servir para recoger los archivos policiales, tomar declaración a testigos y peritos, y, especialmente, identificar a los responsables de las torturas sistemáticas cometidas en Via Laietana. Es un primer paso que debe contribuir a garantizar que, de una vez por todas, los tribunales del Estado español dejen de obstaculizar el acceso a la justicia de las víctimas del franquismo.

También señalamos que es necesario un compromiso firme de todas las instituciones para impulsar procesos de reparación en todos los ámbitos, y garantizar que espacios como Via Laietana dejen de ser comisarías activas y se conviertan en verdaderos centros de memoria, como reclaman desde hace tiempo diversas entidades memorialistas y colectivos de víctimas.