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Este protocolo está diseñado para guiar a las organizaciones y profesionales en el proceso de denuncia de violencia policial dentro de los CIEs. Está dividido en varias fases clave:

1. Primer Contacto

Cuando se tiene conocimiento de una agresión, se recomienda visitar a la persona afectada lo antes posible, acompañado de una abogada, psicóloga e intérprete si es necesario. Antes de la visita, se sugiere obtener un testimonio telefónico sobre la agresión y las posibles lesiones físicas o psicológicas. En la visita, se debe asegurar la confianza de la persona y recolectar información detallada sobre los hechos, asegurándose de que entienda el procedimiento de denuncia y sus implicaciones.

2. Redacción de la Denuncia

La denuncia debe incluir una descripción detallada de los hechos, identificación de los agentes implicados (TIP) y los posibles testigos, así como pruebas de lesiones físicas o psicológicas. Es importante solicitar la custodia de las imágenes de videovigilancia del CIE que cubran el momento y lugar de los hechos. También se debe buscar asegurar la continuidad de visitas por parte de la psicóloga y el acompañamiento telefónico para el seguimiento psicosocial.

3. Medidas Urgentes y Cautelares

Se solicita la suspensión de cualquier orden de expulsión del denunciante y posibles testigos hasta que se tomen las declaraciones pertinentes. Además, se debe asegurar que las pruebas (como las imágenes de las cámaras y el informe médico) se obtengan con la mayor urgencia.

4. Denuncia ante la Fiscalía de Extranjería

Una vez presentada la denuncia en el juzgado de guardia, se debe notificar también a la Fiscalía de Extranjería, solicitando las pruebas y medidas cautelares pertinentes.

5. Seguimiento Tras la Denuncia

Finalmente, se debe informar al Juzgado de Control del CIE sobre la denuncia y realizar una segunda visita al interno para explicarle los siguientes pasos del proceso.