[COMUNICADO] Dos internos denuncian agresiones en el CIE de Barcelona [COMUNICADO] Dos internos denuncian agresiones en el CIE de Barcelona

[COMUNICADO] Dos internos denuncian agresiones en el CIE de Barcelona

Desde Tanquem els CIEs y el centro IRÍDIA, el sábado 27 de abril presentamos una denuncia al juzgado de guardia en nombre de dos internos del CIE de Barcelona por las agresiones que aseguran que sufrieron el viernes en el comedor después de cenar, por parte de agentes de policía nacional.

Luis Armando Ortiz estaba esperando para recibir su medicación cuando empezó una discusión con otro interno a causa de un malentendido. Entre empujones, se arrinconaron en una de las esquinas de la sala cuando en cuestión de segundos Luis Armando notó fuertes golpes de porra en las costillas y, seguidamente, en la cabeza. Entre 4 y 5 agentes del Cuerpo de Policía Nacional que estaban vigilando el comedor, sin aviso previo, lo golpearon con sus defensas en la cabeza, en las costillas, el pectoral, el bíceps izquierdo, la parte derecha de la frente y un fuerte golpe en el ojo izquierdo. El otro interno, tal y como explica en la denuncia, recibió fuertes golpes en el pecho, en la mano izquierda, en la mano derecha y en la zona de los lumbares. Según relataron ambos internos a Tanquem els CIEs, algunos compañeros que estaban en la zona también recibieron golpes de porra mientras gritaban a los agentes que pararan la agresión.

Los internos explican en la denuncia que la situación de violencia ejercida por los 4 o 5 policías duró entre cinco y siete minutos. El agente que presuntamente había iniciado la agresión, al verse señalado por los presentes en el comedor, se retiró la banda delantera donde figuraba su número de identificación (TIP). Diversos agentes comenzaron lo que los internos describieron como un auténtico juego de intercambio de gorras, dificultando de ese modo su identificación.

Ambos internos denunciantes fueron trasladados a la enfermería, donde recibieron los cuidados mínimos necesarios para las varias heridas que les acababan de ocasionar. Sin embargo hay que decir que no están conformes con los partes médicos que les han hecho, ya que aunque las heridas indicaban de manera clara formas de porras, y lo internos habían relatado que habían sido agresiones policiales, el informe médico no recoge estos datos importantes

Así pues, la abogada ha pedido con carácter urgente que se adopten una serie de medidas cautelares, entre las cuales la custodia de las cámaras de vigilancia y la suspensión de cualquier orden de expulsión de las personas que forman parte del proceso judicial con tal de que se les tome declaración y puedan formar parte de la investigación de los hechos. Además, se ha pedido la identificación de todos los agentes implicados y que se los cite a declarar en calidad de investigados. Finalmente, se pide una evaluación presencial por parte de un médico forense del estado físico y psicológico de estos dos internos en la mayor brevedad posible.

Queremos dejar claro que estas agresiones no son un hecho aislado, sino que más bien son un hecho habitual en todos los centros de internamiento de extranjeros del Estado. Tanquem els CIEs y el centro IRÍDIA cuentan con el apoyo de la fundación Bayt Al Thaqafa en la petición de que haya una investigación para que se esclarezcan los hechos denunciados por los dos internos.

A pesar de las constantes denuncias a nivel legal y social no se ha iniciado ningún proceso de investigación ni tampoco ningún paso hacia el cierre de estos centros, que no son más que la punta del iceberg del racismo institucional. Denunciamos, una vez más, que a la violencia racista ejercida por el Estado contra las personas migrantes amparada con la ley de extranjería, se suma la violencia policial impune, oculta en la opacidad de estos centros.

ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA: La jueza de instrucción ha decretado el sobreseimiento por falta de pruebas, sin haber iniciado ningún tipo de investigación. Es una decisión que implica ignorar la declaración de dos personas que indican que sus derechos han sido vulnerados, implica no revisar las cámaras dejando vía libre a que las imágenes sean borradas, e implica también aumentar la situación de indefensión de dos personas que seguirán privadas de libertad en el CIE de Zona Franca.