[INFORME] Prácticas feministas para hacer frente a la represión
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El presente informe Prácticas feministas para hacer frente a la represión se enmarca en lo programa “Mujeres defensoras seguras. Construyendo democracia y promoviendo derechos humanos en Mesoamérica”, financiado por la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) de la Generalitat de Cataluña a la convocatoria 2017 y coordinado por Calala, Hondo de Mujeres. Este informe ha sido elaborado por miembros del área del derecho a la protesta, del área de género y del área psicosocial de la Asociación Irídia, Centro por la Defensa de los Derechos Humanos.
El documento tiene como finalidad estudiar y profundizar en como la aplicación de una perspectiva feminista puede garantizar la defensa de los derechos humanos y la protección de aquellas personas que, con su acción social, los reivindican y los defienden. Tomando como ejemplo las experiencias y herramientas que han surgido y se han implementado a Mesoamèrica1 en contextos de represión, el informe identifica los impactos, las medidas de protección y las medidas de afrontamiento aplicables a entidades, movimientos sociales y colectivos dedicados a la defensa de los derechos sociales, civiles y políticos en Cataluña.
Es decir, a partir de una aplicación de las perspectivas feminista y psicosocial que ha tenido en cuenta los modelos aplicados por las defensoras de derechos humanos en Mesoamérica en contextos de represión y persecución política, este informe detalla una serie de herramientas de protección y de actuación aplicables en situaciones de represión que creemos que pueden ser de utilidad en nuestro contexto sociopolítico. De manera más específica, el informe va señalando diferentes prácticas que tienen que permitir la protección y el empoderamiento de las mujeres activistas y otros colectivos (también activistas) que están discriminados en nuestras sociedades, como serien, por ejemplo, los colectivos racialitzados o el colectivo LGTBI. Las prácticas que proponemos en este informe se basen en toda aquella información recogida a través de entrevistas y de grupos de discusión en que han participado personas provenientes de una variedad de movimientos sociales y colectivos que, a día de hoy, tienen bastante en Cataluña. El informe es fruto, pues, de todas aquellas reflexiones que han surgido gracias a haber escuchado las voces de estas personas.
El documento que presentamos se estructura en cuatro partes. La primera tiene carácter introductorio y explica los principios básicos de la perspectiva feminista y de la perspectiva psicosocial. Este apartado detalla los elementos clave a tener en cuenta, de estas dos perspectivas, para hacer frente a la represión política en nuestro contexto. La segunda parte del informe describe, por un lado, los principales objetivos e impactos de la represión, centrándose en las especificidades de estos impactos en los casos en que la represión va dirigida contra las mujeres. Además, analiza los daños psicosociales que supone la represión. La tercera parte presenta la diversidad de herramientas y recursos psicosociales, jurídicos, de incidencia política, comunicativos y de protección útiles y necesarios en la hora de afrontar la represión. Finalmente, la cuarta sección del informe detalla y analiza los recursos, colectivos y organizaciones existentes en Cataluña que pueden ser clave en el afrontamiento de la represión.
Esperamos que este informe sea útil para todas aquellas personas y colectivos que hacen frente a la represión hoy en día. Agradecemos la colaboración de todas las personas que nos han hecho importantes aportaciones, ya sea a las entrevistas o a los grupos de discusión. Así mismo, queremos remarcar la necesidad de seguir compartiendo con otras colectivos experiencias antirrepresivas para ampliar los conocimientos sobre como hacer frente a la represión, no solo desde una perspectiva feminista, sino también desde una perspectiva interseccional. En este sentido, no queremos olvidar que el sistema patriarcal que perpetúa la desigualdad entre hombres y mujeres también interactúa con otros sistemas que legitiman sistemas de dominación por motivos de clase, de edad, de orientación o identidad sexual, de origen o de estado de salud. Y, reconocemos, así, la necesidad de seguir trabajando en esta línea.