Publicación
¿Cómo monitorear derechos humanos en contextos de frontera? Una guía práctica para saber cómo hacerlo de manera segura
Objetivos
El objetivo de esta guía es enfrentar el vacío de conocimiento, proporcionando información para el monitoreo de derechos humanos en espacios fronterizos como la valla en Ceuta y en Melilla, aeropuertos y puertos; así como otros espacios que están vinculados a la frontera donde se producen vulneraciones de DDHH y que es importante tenerlos en cuenta para el monitoreo: CETI, CATE y centros de migraciones. En particular, pretende ser una herramienta para entidades y personas que pretendan hacer monitoreo de DDHH en la frontera y presta especial atención a los marcos legales específicos. Para ello presenta consejos prácticos contribuyendo a una toma de decisiones informadas para fortalecer las luchas por el respeto de los DDHH en las fronteras del Estado español.
Esta guía presenta en primer lugar, una definición de monitoreo de derechos humanos (1), en segundo lugar, aborda el marco desde el cual entendemos el trabajo de monitoreo en las fronteras (2), en tercer lugar, recoge los principales espacios y elementos útiles a tener en cuenta durante el monitoreo de derechos en diferentes espacios fronterizos en el Estado español (3), el cuarto apartado pretende guiar el “cómo” monitorear de forma segura (4), en quinto lugar se presenta la situación específica de puertos y aeropuertos (5), en sexto lugar, se analiza el perímetro fronterizo en Ceuta y Melilla (6) y, por último, se presenta la información recogida respecto a los CATE y otros centros de migraciones (7).
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En 2022, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados comunicaba públicamente su preocupación por el aumento de la violencia y de las violaciones de DDHH en la UE y por la propagación de “tácticas deshumanizantes” de gobernanza de las migraciones. Las vulneraciones de derechos humanos se han convertido en una constante en las fronteras de la UE, incluyendo el Estado español, lo que hace que la investigación y la denuncia sean fundamentales para la defensa de los derechos humanos.
El relator especial de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de las personas migrantes en uno de sus últimos informes afirma que “a menudo se desconoce toda la variedad de violaciones debido a los intentos de los Estados por negar las alegaciones de infracciones o encubrirlas”. Son los propios Estados los que cometen las vulneraciones de derechos de las personas migrantes y, en consecuencia, son poco transparentes al respecto. En concreto, la información que ofrece la administración del Estado español sobre la situación de las personas migrantes, la política migratoria y la gestión de las primeras llegadas es claramente insuficiente.
Ante esta realidad, diferentes organismos han señalado la necesidad de establecer mecanismos de monitoreo de derechos humanos en las fronteras. Sin embargo, por el momento, no parece existir ningún mecanismo de este tipo en funcionamiento ni a nivel europeo ni a nivel estatal. Los movimientos sociales han trabajado a fondo en las formas de monitoreo de vulneración de derechos durante actos de protesta y movilizaciones. Sin embargo, en lo relativo al monitoreo de derechos humanos en las fronteras, es necesario seguir trabajando para superar las dificultades de acceso a la información y reducir la falta de claridad que existe en el ejercicio del monitoreo de derechos humanos en espacios de frontera.
El racismo es un elemento fundamental y estructurante del régimen de movilidad internacional y en particular de la UE y sus estados miembro. Sin embargo, en los estudios migratorios la perspectiva poscolonial es todavía minoritaria. Este informe, por el contrario, sitúa el racismo como eje conector explicativo de las políticas migratorias y de asilo, así como de la situación de vulneración de DDHH en las fronteras contemporáneas, siempre con una perspectiva psicosocial y antiracista. Las medidas restrictivas de control migratorio y el volumen diario de muertes y desaparecidos en los espacios de frontera solo se entienden aplicando un análisis poscolonial capaz de vincular las políticas migratorias con una estructura racista y con la historia de dominación colonial. Desde esta perspectiva, algunas vidas valdrían más que otras y los cuerpos racializados como inferiores estarían expuestos a niveles desproporcionados de violencia y excepcionalidad.