Ester, Roger, Óscar, Nicola y 11 personas más han perdido la visión de un ojo por el impacto de una bala de goma o de foam. Iñigo Cabacas murió tras un impacto en la cabeza y decenas de personas más han sufrido lesiones graves.
Estamos trabajando junto con Stop Balas de Goma y Novact para que no le vuelva a pasar a nadie nunca más. Protestar no puede costar un ojo de la cara.
Ahora es el momento: Firma para que se prohíban definitivamente las balas de goma y de foam.