Irídia representamos 13 casos en relación a la violencia policial del octubre de 2019 Irídia representamos 13 casos en relación a la violencia policial del octubre de 2019

Irídia representamos 13 casos en relación a la violencia policial del octubre de 2019

Barcelona, 14 de octubre 2020. En rueda de prensa telemática hoy Irídia hemos ha dado a conocer los casos que han entrado dentro de su Servicio gratuito de Atención y Denuncia ante casos de Violencia Institucional en referencia a los protestes puesto-sentencia de octubre de 2019.

“Durante las movilizaciones del año pasado realizamos 204 atenciones telefónicas, por mail y presenciales, que se hicieron en el marco del dispositivo Somos Defensoras en el cual participaba Irídia junto con otras entidades”, explica Sònia Olivella, coordinadora de litigio de Irídia.

Hay 6 casos en los cuales la agresión fue por un impacto de proyectil de foam o de goma, 3 casos en los que se realizó un golpe con el bastón policial en trayectoria vertical en la cabeza o en situaciones en las que la persona no tenía capacidad de movilidad, 1 caso por atropello de una furgoneta y 5 casos que sufrieron golpes de bastón policial con amenazas y atentando contra su integridad moral. De momento hay 19 agentes imputados, de los cuales 3 son Policías Nacionales y 16 son Mossos d’Esquadra.

Entre los casos que llevamos hay algunos especialmente representativos, entre los cuales está el de una persona que fue agredida en la Avenida Diagonal entre Calle Bruc y Roger de Llúria por un agente antidisturbios de la Brigada Móvil de Mossos d’Esquadra. “Le espetó un fuerte puntapié y un golpe en la cabeza con el bastón policial, y mientras lo cogían entre tres agentes empezaron a golpearlo dándole puñetazos en las costillas, golpes en la cabeza con el casco de protección y golpes en la zona del cóccix”, explica Olivella. “Uno de los agentes lo cogió de los agujeros de las narinas echándolo fuertemente hacia atrás. Fueron profiriéndole todo tipo de amenazas y comentarios intimidatorios como ‘No saldrás de casa’, ‘Vamos a pegarte como pegaremos a tose compañeros’”. Hay 7 agentes imputados relacionados con este caso.

Otro caso importante es el de una chica menor de edad a quien dentro de una cafetería le retorcieron el brazo y le dijeron expresiones como “os vamos a matar”, “te vamos a pegar como nunca lo hemos hecho”, “ahora si que os vais a enterar”, etc. “Era una chica menor de edad y esto generó un impacto psicológico muy fuerte”, comenta Anaïs Franquesa, co-directora de Irídia. En este caso hay un agente imputado.

“Otra vez reiteramos el uso que se hace de los bastones policiales con golpes directos de arriba abajo en zonas sensibles como en la cabeza, en este caso una de las personas es esta la agresión que recibió”, añade Franquesa. “Además se ve claramente (a los videos) como después lo dejan en tierra a pesar de los gritos de dolor y no se le da ninguna asistencia médica”.

Una de las cuestiones en las que hemos puesto más énfasis sobre las protestas del año pasado, y que se ha vuelto a denunciar hoy, es la forma reiterada en el uso conjunto que se hizo de las balas de goma. “Nosotros entendemos que este dispositivo lo coordinaba Mossos d’Esquadra y aquí las balas de goma están prohibidas porque así lo decidió la sociedad catalana, pero a pesar de esto aquellas semanas se utilizaron balas de goma cuando no se tendría que haber hecho”, comenta Franquesa, que también denuncia una mala utilización de los proyectiles de foam que en muchas ocasiones generaron lesiones muy graves en zonas sensibles como el ojo o la cabeza.

Desde el equipo psicosocial de la entidad se han atendido 13 personas relacionadas con casos de las movilizaciones puesto-sentencia, dos su casos de pérdida de visión, dos su casos con lesiones graves a otras zonas del cuerpo, y el resto su casos con lesiones físicas leves pero que han recibido un fuerte impacto psicológico.

Natàlia Abrego, psicóloga de Irídia revela que “a nivel general los casos que llevamos han presentado sintomatología ansiosa y depresiva, dificultades para dormir y para comer, pesadillas, también estados de mucha tristeza, miedo, sentimientos de parálisis cuando se encuentran con agentes policiales totalmente diferente a contextos de manifestación, también hay fuertes sentimientos de injusticia y rabia, sentimientos de culpa….”

Desde Irídia denunciamos que las actuaciones policiales de las semanas de octubre de 2019 tenían una clara intención de herir psicológicamente a las personas manifestantes, generando miedo y estrés agudo con sus actuaciones.

Ayer los dos co-directores de la entidad, Anaïs Franquesa y Andrés García Berrio, se reunieron con Interior y hoy harán una comparecencia en el Parlamento para expresar la necesidad de análisis y cambio en el modelo de control, evaluación y sanción interna del cuerpo policial.

Es imprescindible hacer presión para que cambie la cultura de los cuerpos y que se pueda denunciar a los agentes que no respetan la ley. Por este motivo actualmente estamos llevando a cabo una campaña de crowdfunding  para dar estabilidad al Servicio de Atención y Denuncia ante casos de violencia institucional, puesto que prioriza las aportaciones de personas socias para poder actuar de manera independiente.